viernes, 22 de septiembre de 2017

REVISTA MUY INTERESANTE N.º 437 Octubre 2017
TRABAJOS 4.0.
¿Cómo te ganarás la vida en diez años? ¿Y en veinte? Quizá no en la forma en que lo haces ahora. Y puede que sea con un oficio que aún no existe. Te contamos cuáles son los empleos que vienen (un reportaje de Sergio Parra)
Asistimos al advenimiento fr una nueva revolución industrial, acaso más profunda que las tres precedentes. La primera, que tuvo lugar entre 1760 y 1830, terminó con el papel de esclavos y siervos gracias al paso de la producción manual a la mecanizada. La segunda, alrededor de 1850, redujo drásticamente la dureza de las labores agrícolas y artesanales debido a la electricidad. La tercera llegó a mitad del siglo XX con la electrónica y la tecnología de la información y las telecomunicaciones. La cuarta multiplicará la velocidad, el alcance y el impacto de los sistemas que produjo la tercera. Uno de los efectos inmediatos será la destrucción masiva de tejido laboral. Según un muy citado estudio de 2013 realizado por Carl Benedikt Frey y Michel A. Osborne, de la Universidad de Oxford, el 47% de los puestos de trabajo que hoy conocemos están en riesgo de desaparecer<, y el 90% de los que permanezcan cambiará de una forma radical. El mundo laboral se transforma a una velocidad abrumadora a causa de la globalización, las nuevas tecnologías y la creciente automatización, las grandes concentraciones humanas y el incremento de la expectativa de vida. Quizá no sea tan  pronto como algunos anuncian pero pocos especialistas dudan de que a lo largo de los próximos años veremos consolidarse profesiones que hoy dan sus primeros pasos: ingenieros de vehículos autónomos, especialistas en impresión 3D… y surgir otras que cuesta imaginar: granjeros de ganado genéticamente modificado, gastrónomos moleculares, urbanistas digitales, etc.
La gran transformación de los trabajadores también será psicológica. Ya no dependerá tanto del entorno geográfico, y la meritocracia ganará peso, gracias a la hiperconectividad que proporcionan las telecomunicaciones. Este nuevo perfil laboral innovador, creativo y capaz de colaborar con los demás sin importar el lugar donde uno se encuentre  tiene un nombre: knowmad o nómada del conocimiento, término acuñado en 2011 por John Moravec, un docente estadounidense que investiga el futuro del trabajo y la  educación.
El profesional que no se formen continuamente será un lastre. Según la periodista Raquel Roca, autora del libro  Knowmads. Los trabajadores del futuro, estos nuevos profesionales representarán el 45% de la fuerza laboral el 2020. Hablamos de trabajadores que asumen que necesitarán formación durante toda su vida para mantener el ritmo de una sociedad en continua y rápida transformación, en la que probablemente habrá más parados y numerosos “puestos de trabajo low cost, con sueldos bajos, para personas con escasa cualificación”, como escribe en su obra El mundo que viene Juan Martínez Barca, embajador de España en la Universidad de la Singularidad, una  institución académica de Silicon Valey liderada por la NASA y Google.
No son meras especulaciones, si atendemos a algunos datos sobre las empresas más influyentes de hoy. Youtube fue fundada en 2005 por tres persona cuando Google la compró al año siguiente por 1.650 millones de dólares, solo tenía 65 empleados, así que el valor de cada uno de ellos equivalía a 25 millones de dólares. Cuando Facebook adquirió Instagram en 2017 por mil millones de dólares, en esta compañía solo trabajaban trece personas. 
Y un ejemplo más de esta nueve economía revolucionaria: la suma de los beneficios de todos los comercios, cadenas de restaurantes y supermercados de la lista Fortune 500, que reúne a las quinientas mayores empresas estadounidenses, es menor que los beneficios de Apple, con una particularidad: este coloso tecnológico emplea a 76.000 personas y los comercios, supermercados y cadenas de restaurantes citados a 5,6 millones.
Los cambios tecnológicos siempre han  alterado la cantidad (y la esencia) DE los empleos disponibles, pero lo que hace diferente esta cuarta revolución industrial es la vertiginosa velocidad, la profundidad y la amplitud de las transformaciones laborales ¿Tendremos trabajo en el futuro? ¿Cómo será? ¿Qué nuevas profesiones surgirán para palar la inevitable destrucción de puestos causada por la automatización y la inteligencia artificial? A continuación diez de los ámbitos profesionales en los que tal vez, puedas hacerte  fuerte cuando arrecie la tecnología.
1.     CREADOR DE REALIDAD VIRTUAL AUMENTADA
Hace años que la realidad virtual proporciona ingresos a quienes saben buscarse la vida entre código y gráficos. Por ejemplo, hay diseñadores que se ganan el sueldo creando ropa virtual para los  personajes de ese mundo ficticio que es  Second Life, Ia plataforma online que ha  llegado a estar habitada por más de un millón de avatares manejados por igual  número de usuarios de carne y hueso que van al trabajo o a la universidad, tienen citas, dirigen negocios, etc.
Siguiendo con los universos de mentira, en eBay encontramos ofertas de espadas mágicas y otros accesorios para videojuegos de rol multijugador masivo, como Ultima Online y World ol Warualt. Que cuentan con millones de seguidores a nivel global. Quien crea estas herramientas se lleva un buen dinero por ellas. Estas novedosas formas de hacer caja son solo la punta del iceberg. El trabajo del futuro de mucha gente, pues, quizá no se halle en el mundo real, sino en el entorno de un videojuego o en una red social. En una fecha tan cercana como 2025, millones de personas pasarán horas todos los días trabajando, jugando y aprendiendo en entornos de realidad virtual cada vez más inmersivos y realistas, según sostiene el informe Tomorrou's Jobs (Los trabajos del mañana), elaborado el año pasado por expertos de Microsoft y la consultora británica The Future Laboratory. Con la implantación de la realidad aumentada ─tecnología que superpone información digital sobre el mundo rea─, cada vez serán más necesarios profesionales de distintas ramas para dar forma a este nuevo mundo enriquecido con datos: por ejemplo, historiadores para mejorar la experiencia en los museos, expertos en urbanismo para hacer lo propio en las calles de las ciudades, etc. Las posibilidades educativas y cívicas que permiten estas tecnologías requerirán de personas formadas en humanidades, pero también en la última tecnología.
2 PROSUMIDOR.
La productividad y el bajo coste propiciados por los adelantos tecnológicos permiten que muchos bienes de consumo se puedan digitalizar, lo que equivale a decir que tienen un coste marginal cero. Es decir, que cuesta casi lo mismo fabricar una unidad que miles de ellas. En unos minutos, cualquiera puede abrir una tienda online, por ejemplo, y lanzarse a vender productos como canciones en formato digital. Esta realidad permitirá que nazca un híbrido entre productor y consumidor al que se llamará prosumidor, tal y como señala el sociólogo y economista estadounidense Jeremy Rifkin en su libro La sociedad de coste marginal cero: "El antiguo paradigma basado en propietarios y trabajadores, en vendedores y consumidores, empieza a resquebrajarse". Martínez-Barea también abunda en ello: "Vamos hacia un mundo en el que, de forma progresiva, los trabajos fijos desaparecerán, y donde cada trabajador será un empresario, y su empresa él mismo"
Un prosumidor, pues, producirá a pequeña escala, consumirá y también compartirá cada vez más sus propios bienes y servicios gracias a plataformas digitales y redes sociales. Uber, Airbnb y empresas similares son solo la tímida avanzadilla de este nuevo paradigma' en poco tiempo, con monedas virtuales como los bitcoins, que no responden a una autoridad pública central, las personas harán transacciones económicas seguras sin intermediarios, de igual a igual.
Rifkin denomina este modelo procomún colaborativo. "Los prosumidores sustituyen a los vendedores y compradores, la libertad de compartir vence a los derechos de propiedad, el acceso cuenta más que la propiedad, las redes sustituyen a los mercados y el coste marginal de crear información, generar energía, manufacturar productos y formar a los estudiantes es casi nulo".

3. HUMANISTA DIGITAL
En España, solo el 10 % de los universitarios estudian títulos de Artes y Humanidades. Sin embargo, las viejas disciplinas tendrán una nueva vida si sus seguidores se forman también en las nuevas tecnologías. Las humanidades pueden vivir una inesperada época de esplendor gracias a una transversalidad en la educación que elimine la obsoleta línea divisoria entre ciencias y letras.
Algo de esto sabe Pilar Manchón, sevillana de 45 años que estudió FilologÍa Inglesa y completó su formación con un doctorado en Lingüística Computacional por la Universidad de Stanford y estudios de Ciencia Cognitiva y Lenguaje Natural en la Universidad de Edimburgo, además de pasar por el MIT. Hoy es la directiva principal en los proyectos de comunicación hombre-máquina en contextos inteligentes de Amazon.
El desarrollo de la inteligencia artificial en todas sus vertientes es la punta de lanza de muchas empresas tecnológicas, que necesitarán expertos en lógica, filósofos y lingüistas que permitan crear rutinas de análisis, aprendizaje, comunicación y decisión para estos nuevos sistemas que interactuarán con el ser humano. Cycorp, una empresa de Texas, se dedica a codificar el conocimiento humano para trasladarlo a las máquinas. Y contrata licenciados en Filosofía.
4. PERIODISTA 3.0
El periódico Los Angeles TÍmes usa software que escribe noticias de último minuto con los datos que recibe. Quill, sistema de inteligencia artificial, redacta una noticia breve en treinta segundos. Según Steven Levy, redactor de la revista de tecnología Wired, antes de 2030, 90 % de las informaciones serán escritas por algoritmos. Y cada vez más personalidades y gente corriente dan la noticia a través de Twitter o YouTube, saltándose la labor de intermediación del reportero.
¿Y si los profesionales se dedicaran a asesorar y ofrecer visibilidad al periodismo ciudadano. como propone el influyente periodista estadounidense Jeff Jarvis? "Pueden ayudar a blogueros independientes y corresponsales comunitarios a lograr cobertura en sus ciudades, ofreciéndoles contenidos, promoción, tecnología, redes publicitarias, formación y medios para colaborar". Uno de los casos más espectaculares de periodismo ciudadano es el de OhmyNews, en Corea del Sur. Sus cincuenta profesionales seleccionan, editan v completan los artículos escritos por mi.les de aficionados.
5. TECNOJURISTA
Los drones recreativos provistos de cámaras de alta definición plantean amena
zas desconocidas a la privacidad. Si pisar el jardín del vecino puede tipificarse como allanamiento de morad ¿no ocurre lo mismo al sobrevolar con un vehículo aéreo no tripulado. Un solo campo -el de Ios drones- sirve para demostrar que necesitamos nuevas leyes y abogados y jueces capaces de aplicarlas e interpretarlas, interrogándose, por ejemplo, sobre quién es el dueño si lo hay- del espacio aéreo por encima de las propiedades. ¿Y qué pasará con los derechos digitales? ¿Se puede considerar que estamos robando un bien digital cuando en realidad solo obtenemos una copia y el original sigue en poder de su dueño legítimo? La implantación de criptomonedas como el bitcoin y otras formas de intercambio exigirán abogados versados en estas nuevas realidades.
6. CIENTÍFICOS DE DATOS
Los datos son la materia prima más abundante en la Tierra. Según IBM, cada dÍa se generan más de 2,5 trillones de bytes de datos de todo tipo, desde nuestras carreras por el parque a los historiales clínicos de los pacientes o las compras que hacemos en línea. El reto es bucear entre toda esa información y obtener patrones que nos digan algo coherente y valioso. Esa es la tarea de los científicos de datos: analizar e interpretar la información generada en internet, algo imprescindible en la economía del siglo XXI. Estos especialistas, mezcla de estadísticos, matemáticos y programadores, figuran ya entre los más cotizados. Su labor es imprescindible para cualquier empresa que quiera ofrecer productos o servicios personalizados, pero también alcanza al sector de la logística, la administración o la salud. Por ejemplo, Google Flu Trends es una herramienta estadística que rastrea las búsquedas en Google relacionadas con los síntomas de la gripe, lo que permite saber antes que las autoridades sanitarias dónde está a punto de surgir un brote de esta enfermedad.
7. ASISTENTE SANITARIO DE LA TERECERA EDAD
Cuidar a la población anciana va a ser una salida profesional inteligente. Los sistemas sanitarios se enfrentan al reto de ofrecer cobertura a una población cada vez más envejecida. Según la OMS, en 2030 la esperanza de vida superará los noventa años en algunos países desarrollados, y en España será de 83,47 años en los hombres y de 88,07 en las mujeres.
Esta realidad se traducirá en una gran demanda de especialistas para tratar es
de diversos enfoques la calidad de vida de los enfermos de alzhéimer y otras dolencias ligadas a la vejez. Se van a necesitar profesionales cualificados en geriatría,
gerontología, medicina, psicología, nutrición y ciencias del deporte, que deberán estar familiarizados con la tecnología. Ya hay inteligencias artificiales como la de Watson, el ordenador de IBM, capaces de diagnosticar enfermedades con más precisión y a mayor velocidad que un médico.
8. IMPRESOR 3D
La impresión 3D. también conocida como fabricación aditiva, produce objetos mediante la acumulación de finas capas de material. El plástico es el más común, pero también se puede imprimir con metal y cientos de elementos diferentes. Esta tecnología, que apenas comienza a dar sus primeros pasos, abre Ia puerta a una nueva era de objetos personalizados, y eso incluye los implantes de hueso o las prótesis corporales, De hecho, la bioimpresión de tejidos, órganos es una de las próximas revoluciones de la medicina. ¿Para qué donar órganos si podemos imprimirlos? Ya existen empresas que exploran este potencial. Organovo, una compañía con sede en San Diego (nf . UU.), fabrica hígados humanos experimentales y tejido óseo mediante la impresión 3D de material que contiene células humanas. Está arrancando, pero su objetivo es llegar a imprimir cualquier tejido corporal.
El desarrollo de esta técnica puede invertir el modelo tradicional de producción
en fábricas, hasta el punto de que sus propagandistas auguran un futuro en el que todos dispondremos de una pequeña factoría en nuestras casas para crear casi todo lo que necesitemos. Quizá se pasan de entusiastas, pero sí es cierto que crecerá de forma espectacular la demanda de expertos tanto en las impresoras 3D como en la creación de diseños imprimibles. Las posibilidades de este sector alcanzarán múltiples sectores. Incluso el de la restauración. Habrá chefs de todo tipo de alimentos impresos en 3D, y esta técnica permitirá "combinar los ingredientes de una forma única y sincronizar sabores y texturas sin precedentes", como escribe en su libro El auge de los robots Martin Ford, empresario de Silicon Valley. En opinión de este experto en tecnología, el mayor impacto laboral de la impresión 3D tendrá lugar en la construcción. Empiezan a diseñarse impresoras capaces de fabricar casas o edificios pieza a pieza, lo que amenaza el empleo de los 110 millones de personas que hoy trabajan en este sector.
 9 PLANIFICACIÓN DE IDENTIDAD DIGITAL.
Nuestros estados de Facebook, nuestros tuits, las fotos que subimos a Instagram...Todo ese material va conformando una suerte de identidad digital que puede definirnos tal y como lo hace un perfil psicológico, las huellas dactilares o una prueba de ADN. Nuestra identidad online está adquiriendo tanto o más peso que la offline o de carne y hueso, y eso va a ir a más. Para controlar nuestra información personal, nuestra privacidad y nuestra seguridad en la Red han nacido diversos perfiles profesionales con un gran futuro por delante.
Uno de estos nuevos empleos es el de planificador de identidad digital. ¿A qué
se dedica quien lo ejerce? A diseñar el perfil que una empresa o un individuo quiere ofrecer en el mayor escaparate del mundo: internet. Esta labor también puede incluir la limpieza de los errores cometidos en el pasado -fotos inapropiadas, comentarios escabrosos...-, que dejan un rastro online muy difícil de borrar. De hecho, ha surgido un especialista en esta tarea de blanqueamiento del pasado. Nos referimos a los arqueólogos digitales, atareados en investigar la reputación digital de las personas para encontrar sus trapos sucios y ocultarlos.
Otro de los trabajos con futuro en este campo es el de gerente de marca personal o personal brand manager, encargado de ayudar a los profesionales planificar sus carreras o a buscar nueva oportunidades laborales.
            10. IGENIERO EN ROBÓTICA
Si un robot te va a quitar el puesto, adelántate y conviértete en el constructor del robot. Es un hecho: las máquina van a quedarse con muchos de nuestros trabajos, aunque la imagen de un androide en la oficina es sobre todo una fantasía de ciencia ficción. Es más probable que te mande al paro algún software que haga tu tarea mejor y más rápido que tú.
Sin embargo, es cierto que los robots van a ser los protagonistas en las fábricas y en numerosos empleos que no requieran creatividad. Especializarse en diseñarlos será el equivalente al trabajo fijo del pasado. Las máquinas humanoides estarán por todas partes: ya hay hoteles en los que los empleados son robots, los ejércitos de las grandes potencias trabajan en soldados artificiales y se han diseñado algunos para acompañar y cuidar niños, enfermos y ancianos.


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